La vestimenta del Abogado
Es nuestra opinión que el abogado ha de vestir a diario con traje, cuando menos con americana y corbata. Es cierto que hay plazas en las que el abogado no viste con corbata, así en la Islas Canarias, o en buena parte de los pueblos de la costa mediterránea. Sin embargo, no es así en la mayoría de los países; es más, el abogado joven debe exigirse esa formalidad que le ayudará a dar una imagen más madura. Se trata de abrirse camino y de ir cogiendo un peso específico que no reside sólo en el fondo, en la formación del abogado, sino también en la forma, en la prestancia personal, en un cierto atractivo que ayude al abogado a ganarse la confianza en su profesionalidad.
Y no debe bastar con ponerse una corbata y una americana, sino que es conveniente afinar hacia un punto de elegancia mayor que el que pueden tener otros profesionales. Porque es consustancial con la profesión de abogado una cierta elegancia, y se le presume al abogado un buen gusto, y si se quiere, un gusto algo clásico y conservador. No es mala cosa que nos reconozcan como abogados en una Notaría, en la cafetería de los juzgados, en una reunión, porque es lo que somos, estamos orgullosos de serlo y nos gusta parecernos a los que somos y queremos ser.